La leche vegetal es uno de los productos que más auge está teniendo en estos tiempos. Cada vez más, somos conscientes de que la leche de vaca (sobre todo) no es adecuada para el ser humano pues es difícil de asimilar por nuestro organismo, de ahí que todas las marcas de leche estén sacando sus líneas, primero sin lactosa, y actualmente introduciendo poco a poco las de origen vegetal.
Pero como todo en esta vida las modas lo cambian todo a veces positiva y otras negativamente. Con el aumento de demanda de leches vegetales la leche de vaca se ha estabilizado en su precio, pero donde está ahora El Dorado es en las vegetales, está de moda, es sano (y con la salud no miramos el dinero) y no hay tanta variedad de marcas como en la tradicional. Así que si te has decidido por que la leche de almendras, leche de avena, leche de arroz, etc estén en tu dieta, ve preparando la cartera porque no son baratas.
Por eso he decidido poner este post para hacer leche de avena casera que sale mucho más rentable que comprarla, eso sí, la mano de obra corre de vuestra parte ;)
Ingredientes 1'5 litro de leche de avena:
1 taza de copos de avena
1 bol
Agua para poner en remojo
1'5 litros de agua mineral
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 cucharada sopera de miel
Elaboración:
En primer lugar ponemos en remojo la avena durante 8 horas con agua corriente. Seguidamente escurriremos y desechamos el agua.
Con una batidora licuamos los copos remojados, la miel, la canela, el extracto de vainilla y el litro y medio de agua.
Colamos bien la preparación y ya tenemos leche de avena para toda la semana. Es importante tenerla en el frigorífico y nos durará unos 5 días.
Yo no soy muy fan de la leche de avena, prefiero la de almendras, porque tiene mejor sabor. Por eso en la leche de avena casera podéis añadir en vez de la canela o vainilla una cucharadita de postre de café soluble que le da un sabor más rico si os gusta el café.
Espero que os guste
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