Momos tibetanos

Bueno la receta de hoy me trae muchos recuerdos de Bodhgaya en India, donde los probé por primera vez con mi amiga Cathy y ya no pude dejar de comerlos.

Los momos son unas pequeñas empanadas que son típicas del Tibet, aunque en toda Asia hay diferentes versiones de este tipo de raviolis: en Japón son gyozas, en China dumplings, etc. La verdad es que son un plato muy humilde y sencillo pero para mi están riquísimos, creo que por esa sencillez en sí misma con sabores limpios y delicados.

A pesar de todo tenía mucho miedo de hacerlos pues darles forma es lo más complicado en su elaboración, pero después de siete largos años sin comerlos decidí que había llegado el momento de liarse la manta a la cabeza e intentarlo, después de todo se aprende a cocinar probando y repitiendo recetas.

La receta la conseguí a través de la receta que dieron a Babel de TVE los dueños del restaurante Potala en Madrid (que recomiendo encarecidamente) y el blog Cuadernos de cocina oriental pues me pareció la más aproximada ya que su creador los ha comido en reiteradas ocasiones en Nepal. El resultado de ambas ha sido mi propia receta de momos con los ingredientes que más me gustaban y tenía por casa.

Ingredientes para 30 momos aproximadamente:

• 3 tazas de harina
• 1 taza de agua
• 1 cucharadita de sal
• 1 cucharada de aceite de oliva
• 1/2 calabacín
• 2 ajos
• 1 rodaja de medio cm de jengibre
• 1 zanahorias medianas
• 50g de espinacas
• 150g de carne picada de pollo o cerdo
• 1 cebolleta
• 1 cucharadita de comino en polvo
• sal
• pimienta
• 3 cucharadas de aceite de girasol

Elaboración:

Comenzamos haciendo la masa. Para ello amasamos la harina con la sal, aceite y el agua hasta que quede una masa elástica que no se pegue y dejamos reposar 30 minutos.

Mientras tanto picamos en trocitos muy pequeños, podéis usar una picadora para ir más rápido, todas las verduras y las sofreímos junto a la carne picada en una sartén con aceite de girasol durante un par de minutos, sazonar lo justo. No tiene que hacerse del todo ya que se terminará de cocer dentro del propio momo. Dejamos enfriar el relleno.

Cuando haya reposado la masa cortamos en bolas como una avellana y aplastamos con las palmas de las manos para hacer una pequeña circunferencia, que estiraremos con un rodillo. Es importante estirar más los bordes que el centro de la masa para que aguante el relleno.

Esta es la parte más complicada pero con un poco de paciencia y práctica irán saliendo mejor. Cuanto más fina es la masa más ricos están aunque cuestan más de hacer pues hay que tener mayor destreza, como es lógico.

Vamos rellenando las porciones con las verduras y la carne y podéis cerrarla de dos maneras: en forma de media luna como las empanadilla españolas o de saquitos redondos, uniendo todos los bordes en la parte superior y apretando ligeramente, pues lo más importante es que estén bien sellados para que salgan jugosos y no se escape el relleno.

Finalmente podéis cocinarlos de dos formas: cocidos al vapor, mucho más ligeros y sanos, con 5 minutos en la vaporera (engrasar la base con un poco de aceite vegetal para que no se peguen) será suficiente, o fritos, poniendo un poco de aceite en una sartén y los momos encima hasta que se dore su base, en ese momento añadir un chorrito de agua y tapar para que el vapor los termine de cocer unos 5 minutos también.

Acompañarlos con salsa de soja y a disfrutarlos¡¡

Nota: Como sale una buena cantidad, si queréis se pueden cocinar al vapor durante 3-4 minutos y congelarlos en porciones que vayáis a necesitar. Cuando se descongelen volvéis a ponerlos al vapor o seguir el método de freír durante un par de minutos y estarán listos.